martes, 8 de enero de 2019

Ecología, ¿se puede ser un lector asiduo sin afectar al medio ambiente?

 


En las últimas décadas se han desarrollado iniciativas que tratan de revertir el espolio que sufren los bosques como consecuencia de su utilización en la industria editorial. En ese contexto, podemos hablar del uso que cada vez más se le está dando al papel reciclado al momento de imprimir ejemplares por parte de muchas editoriales, o incluso con ayuda de la tecnología se ha ido mucho más allá, por ejemplo con la aparición de dispositivos electrónicos como el E-Book.

La iniciativa de grandes escritores entorno al proyecto auspiciado por Greenpeace denominado Libros Amigos de los Bosques, y la proliferación de mercados de libros de segunda mano y de cooperativas editoriales como Eloísa Cartonera que se valen del cartón recogido en las calles para editar obras, son otras de las soluciones que gente de todo tipo y muy distinta entre sí está poniendo en marcha para lograr que las lecturas que llegan a nuestras manos no estén exclusivamente elaboradas a base de la celulosa que se extrae de los grandes bosques.

Es indiscutible que casi todos estamos preocupados por el medio ambiente y el cambio climático. Las fronteras entre las estaciones cada vez están más diluidas y cada año ocurre con más frecuencia que el verano comienza más tarde o que las lluvias que deberían arreciar en otoño se aplazan a eneroLa mano del hombre está detrás de todo ello, empeñado en llevar el progreso a base de industrias contaminantes y formas de calentar la atmósfera del planeta.

La industria editorial se ha aprovechado históricamente de utilizar, para la publicación de su catálogo editorial, de materias primas como la celulosa procedente de la tala de árboles. En el año 2004 se puso en marcha el programa Libros Amigos de los Bosques. En él participan unos centenares de escritores tan conocidos como Charlotte Bingham, Anne Fin, Andrea de Carlo, Javier Moro, Álvaro Pombo, Javier Cercas o Joaquín Araujo, por nombrar solo algunos de ellos.

El primer título que Greenpeace lanzó en España para este proyecto, contó con la escritora chilena Isabel Allende y su obra El Bosque de los Pigmeos. La editorial Random House y la organización ecologista se comprometieron a que este título fuera impreso íntegramente con papel reciclado. La autora de Harry Potter J.K. Rowling, el fallecido Premio Nobel José Saramago o el novelista alemán Günther Grass también expresaron su apoyo a esta iniciativa.

Lo que persigue este proyecto es tratar de que los nuevos títulos que lleguen a librerías y bibliotecas se hayan impreso en papel reciclado. Este tipo de material es mucho más ecológico y respetuoso con nuestros bosques ya que se base en la reutilización de materia prima ya usada. Las grandes firmas no están por la labor ya que consideran que el papel reciclado es mucho más caro que el tradicional y que eso dispararía los costes de producción y el precio de venta al público, lo que se traduciría en una menor demanda de lectura. Los partidarios del libro reciclado opinan que, en efecto, eso es cierto, pero que, a medida que la producción se extienda, ello llevará a la bajada de precios.

E-books, un método de lectura con el que evitamos el uso de papel

El libro electrónico o E-book es un dispositivo electrónico que permite la lectura de libros sin que sea necesaria la utilización del papel. Su tecnología usa una tinta electrónica y carece de retro alimentación. Ello permite la lectura de libros y artículos sin que la vista se canse. Cada uno de estos dispositivos dispone de una memoria de almacenamiento que le permite que en una sola unidad quepan cientos e incluso miles de libros, sin la necesidad de llenar estanterías enteras con pesados volúmenes en papel y la facilidad de llevar con nosotros una gran biblioteca que podemos trasladar en la mano o en una mochila mientras viajamos en tren o metro, mientras esperamos en la cola del médico o tendidos en una hamaca bajo el calor del verano.

Para los lectores puristas que necesitan saborear un buen libro tocando la textura del papel, el crepitar de las hojas al pasar las páginas y el olor de la tinta fresca, el e-book nunca podrá sustituir a la cálida sensación de leer un libro en papel. Pero, poco a poco, el libro electrónico ha ido ganando terreno y cada vez son más los lectores que disponen de uno de estos dispositivos. Sus ventajas en cuanto a espacio, ahorro en la adquisición de títulos, comodidad, etc., son indiscutibles. Por no decir que el libro electrónico reduce mucho los árboles talados y el sufrimiento de los bosques.

 
 

 

El mercado de segunda mano es una gran opción cuando no disponemos del dinero necesario para comprar obras sin estrenar, o si nuestra conciencia ecológica nos invita a no contribuir a la desaparición de grandes masas forestales. Muchos padres, al llegar septiembre, acuden a estos mercadillos de segunda mano esperando encontrar el título recomendado por sus profesores para cursar la asignatura en que se han matriculado.

En muchos portales se ponen en contacto a compradores y vendedores de títulos de segunda mano. Tanto si es un particular como si se trata de una empresa, en buscalibros por ejemplo, puedes acceder a una gran base de datos y tratar de hallar esa novela o ensayo que está descatalogado, o esa obra de un autor célebre cuyo precio en las librerías te parece prohibitivo. El intercambio de libros es otra opción en auge. Herramientas en línea como Mybookmap reúne a gente que dispone de libros que puede interesar a otros, y que buscan nuevas lecturas a través de quid pro quo. El mercado de segunda mano, el intercambio de libros, los buscadores de títulos online, son formas de acceder al mercado de la lectura sin que se tengan que utilizar nueva materia prima extraído de los árboles.

Eloísa Cartonera: libros artesanales a partir de cartón reciclado

En Buenos Aires, Argentina, ha surgido una original iniciativa que maqueta libros utilizando tapas de cartónEloísa Cartonera es una cooperativa surgida en el barrio de la Boca de la capital bonaerense. Su sistema de trabajo es adquirir el cartón a los cartoneros de Buenos Aires.

La iniciativa está teniendo un gran éxito, y ya son más de 200 las obras que componen su catálogo. Eloísa Cartonera inició su labor en el año 2003 en una época de crisis, y juntó a un grupo de personas amantes de los libros y las buenas historias y con gran amor por la naturaleza. Sus catalizadores son el cooperativismo, la autogestión, el trabajo puesto en común y el microemprendimiento.